miércoles, 30 de julio de 2014

Austericidios del PP y borricos en política


Este no tiene vergüenza ni sabe lo que es eso. El el diputado 1º de Tarragona por el PP y otro de esos que no sabe ni escribir correctamente el español. Pero viene a dar lecciones de tanto en tnto "en la buena dirección". Sí, hacia el curro precario, hacia más desahucios y muchas cosas más.

Juan Torres López - Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.
Como he comentado en otros artículos (La verdadera cara de la austeridad) se sabía que los efectos económicos de las políticas de austeridad serían estos y que, por tanto, solo producirían un mayor deterioro de la actividad, más desempleo y desigualdad y deuda pública más elevada aún. Y se sabía que lo que había pasado en otros países y momentos históricos (como en Japón o en América Latina) cuando se aplicaron este tipo de políticas en coyunturas parecidas fue que tras la crisis vinieron largos años de depresión. Por eso las políticas europeas de recortes de gasto y derechos se conocen ya como el “austericidio”.
Pero, a pesar de ello, se han aplicado y no solo como consecuencia de los errores de apreciación que provoca el ciego fundamentalismo ideológico de quienes defienden este tipo de políticas. En realidad, se aplican como una estrategia premeditada que busca el constante deterioro de los servicios públicos que justifique su privatización y, al mismo tiempo, debilitar la resistencia y el poder de las clases trabajadoras.
Ahora, como decía al principio, incluso los menos críticos reconocen el fracaso de las políticas de austeridad, al menos como vía para reducir la deuda y aumentar la actividad económica  y el empleo. Pero si bien hay cierto consenso en sus consecuencias económicas, se están pasando por alto los efectos políticos que ya han empezado a tener y que se irán agudizando mientras se apliquen.
Las políticas de austeridad generan deliberadamente desempleo y más deuda, los dos factores que resultan más efectivos para someter a las clases trabajadoras y para generar desmovilización y confusión ideológica. Y por eso no es casualidad que las políticas de austeridad en tiempo de crisis hayan sido el origen de los movimientos derechistas más peligrosos y criminales de la historia y que ahora están renaciendo en Europa.
En contra de lo que muchas veces se ha dicho equivocadamente, el ascenso del nazismo y de otros movimientos fascistas en la Europa de los años treinta del siglo pasado no coincidió con el incremento de la deuda pública o con la hiperinflación alemana (cuando esto se producía el partido nazi apenas tuvo relevancia electoral), sino con las políticas de recorte de gasto que se llevaron a cabo en la depresión.