sábado, 2 de agosto de 2014

Dos chupatintas (2 tontos muy tontos), Olivella y Rafa Luna



Olivella nos recuerda que parece mentira que hayan pasado XI años desde las primeras habaneras y se atribuye el mérito. Lo que no dice es que por aquel entonces él estaba en turismo y Triadó, alcalde, impulsó las habaneras. Gusten o no, sean rentables o no, atribuirse un mérito de otro, está mal. Pero aún es peor cuando ese otro (Triadó) se vió obligado por el partido (CDC) a ceder el puesto de alcalde en el que estuvo más tiempo que ningún otro, 14 años (del 87 al 99 y del 2003 a 2006). Cuando Triadó abandonó CIU en 2007, la respuesta de Sandra Suárez (a la que él sacó de hacer de machaca en una gestoría y desde entonces vive de la política) y de Olivella (maestro frustrado) fue ponerle una esquela mortuoria en el desaparecido Diari del Baix Penedés, riéndose de él.
Esta es la verdadera cara de un caradura. Que, por cierto, lleva más de 20 años chupando de la teta del dinero público.


Este otro, es peor. Es un vividor de la política nato. Desde el año 77 militaba en el partido postfranquista AP (después PP) y luego pasó de presidente del partido en la província de Tarragona al parlamento catalán en el 95 y desde entonces, entre diputado y senador, vive de chupar del bote. Político profesional que no es capaz ni de escribir correctamente y con grandes lagunas en el conocimiento de la historia política, ya lleva 20 enganchado a la teta que le reporta un buen sueldo. Se le olvida decir que Dios nos tenía que haber cogido confesados cuando otro pajarraco (una gaviota) negociaba con ETA, a la que llamaba grupo armado de liberación y se codeaba con chavistas, bolivarianos, comunistas y toda esa mala gente. Y que ellos nos han llevado a la crisis en la que estamos.